En la mañana del primer Domingo de Cuaresma se celebra la Función Principal de Instituto, a la que la hermandad procura dar la mayor solemnidad posible, ya que se trata del culto y acto corporativo de la hermandad más importante de cuantos se celebran.
La Función, al igual que el Quinario, está presidida por la Junta de Gobierno en pleno, que ocupa sitio destacado en dicho acto, estando presente, además sobre la “mesa de hermandad” las Santas Reglas alumbradas, y a su lado el Estandarte y la Bandera Concepcionista. Suelen acompañar en este acto, previa invitación, representantes de la Real Maestranza de Caballería, Consejo general de HH. y CC.,las hermandades de la feligresía y las del Sábado Santo y Domingo de Resurrección.
La celebración consiste de una solemne Eucaristía, en la que concelebran el mayor número de sacerdotes hermanos de esta Corporación y a la que se procura invitar para presidir a alguna autoridad eclesiástica.
Al Ofertorio y siguiendo tradicional y loable costumbre, suben al Presbiterio: El Secretario Primero, con las Santas Reglas, el Secretario Segundo, con el Estandarte, que se colocará al lado del primero y el Oficial más joven, que portará la Bandera Concepcionista y se situará dando frente a los Secretarios, en el lado opuesto. Así, todo dispuesto, con la Hermandad en pie y a su cabecera la Junta de Gobierno con sus insignias correspondientes, el Secretario Primero lee el voto que se recoge en el Anexo III de nuestras Reglas.
Terminada la lectura todos los hermanos, empezando por el Hermano Mayor y siguiéndole los invitados y la Junta de Gobierno por orden jerárquico, van acercándose individualmente al celebrante, ante el cual están el libro de Reglas de la Hermandad y los Santos Evangelios y puesta la mano derecha sobre el último Libro citado, dirán en voz alta la siguiente formula de aceptación del voto: “Yo……., así lo creo, así lo confieso, lo prometo y lo juro”.