Traslado de María Santísima en su Soledad al altar de Quinario
El último día del solemne besamanos, descrito anteriormente, se celebra un traslado procesional de la Santísima Virgen, a hombros de sus hermanos y acompañamiento de cirios, al altar mayor de la parroquia para llevar a cabo los cultos del quinario.
Siguiendo tradicional costumbre, el altar del quinario se monta con el mayor esplendor posible, con dosel, gradas y credencias, y la mayor profusión de cera y flores en el exorno del mismo. Asimismo se “cuelga” con telas de damasco rojo toda la columnata del templo.