Rodrigo de Guzmán, que así se le nombra y rubrica en casi todos los documentos, se llamaba realmente Rodrigo Núñez de Guzmán, aunque priorizaba su apellido materno seguramente por la importancia de la familia de los guzmanes en la Sevilla del barroco, como consta en la donación de un cuadro para la Capilla que pintó Jerónimo Ramírez y que representaba «la entrada de Ramos en Jerusalén», con carta de pago fechada el 14 de febrero de 1633, por 460 reales, siendo por entonces mayordomo, cargo que permutó y compartió estos primeros años de la floreciente década de los Treinta del siglo XVII con (quien era seguramente su hermano) Alonso Núñez de Guzmán. Además en este tiempo se realizaron importantes obras en la Capilla, ocupando posteriormente los cargos de alcalde, fiscal, escribano y diputado, cargo en el que aparece nombrado por última vez en 1650. Era procurador de la Real Audiencia de Sevilla y fue promotor de la ejecución del paso de la Cruz realizado por su amigo Alonso Cano. El genial artista granadino delegó pocos años después en él la representación del gremio de escultores y arquitectos, que le había sido a su vez cedida por Martínez Montañés tras su marcha a Madrid.