Ayer se presentó en la Caja Rural del Sur el «Informe sobre la Caridad en las Hermandades de Sevilla», patrocinado por esta entidad y realizado por el Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme, bajo la dirección de nuestro Teniente de Hermano Mayor Ignacio Valduérteles. El acto fue presidido por el Arzobispo de Sevilla y el Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, además del Presidente de la Caja Rural del Sur, anfitrión del mismo. Asistieron varios hermanos mayores y miembros del Consejo General de Hermandades, así como los medios de comunicación.

El Informe se centra en las hermandades de Sevilla capital. Abarca a las ciento veinticuatro hermandades de penitencia, gloria y sacramentales que hay en nuestra ciudad. Más del ochenta por ciento de las hermandades han participado en el mismo, aportando datos.

Antes de exponer los datos numéricos el Informe presenta unas interesantes reflexiones sobre el papel de las hermandades para promover la Caridad entre sus hermanos y la función de las mismas, no como agencias sociales encargadas de resolver necesidades materiales, sino como entidades de la Iglesia que atienden a las personas que acuden a ella en razón de su dignidad personal.

Quizá la parte más novedosa del trabajo mismo es la presentación de las cifras. Según el estudio las hermandades reparten más de cuatro millones y medio de euros al año entre las personas necesitadas de Sevilla capital. De esta cantidad algo más del 25% son ayudas en especie aportadas por las empresas sevillanas. Un dato significativo es que los gastos de administración y gestión de toda esta ayuda apenas llegan al 0,21%. Esto quiere decir que de cada 100 € que reciben las hermandades para destinarlos a Caridad, 99,79 € van directamente a sus destinatarios y sólo 21 céntimos gastos de Administración. No en vano las hermandades tienen una excelente imagen, constatada en el Informe, entre la población sevillana por su rigor y transparencia en la gestión de los fondos de Caridad.

A estos recursos hay que sumar las veinticinco mil horas de voluntariado que suman las hermandades, atendidas por mil doscientos cincuenta voluntarios, que atienden personalmente a casi cinco mil personas.

Más de veintiocho mil personas reciben ayuda directa de las hermandades, sin contar las que la reciben a través de las instituciones con las que las hermandades colaboran. A destacar la ausencia total de discriminación; las hermandades atienden a todas las personas, cualquiera que sea su procedencia, religión, ideología o cualquier otra circunstancia.

En opinión del director del Informe todas estas cifras pueden ser aún mayores, ya que hay donaciones en especie y horas de voluntariado que las hermandades no contabilizan.

Preguntado por si esta importante colaboración social justifica la actuación de las hermandades y las exime de cualquier otra obligación con la Iglesia o las Administración, Ignacio Valduérteles expuso que son ámbitos distintos, que las actuaciones derivadas del cumplimiento de sus fines no exime a las hermandades, como a cualquier otra organización, del cumplimiento de sus obligaciones formales.

Los datos del Informe se presentan todos de forma global, no los de cada hermandad. No obstante se aclara que en términos relativos, el esfuerzo de las hermandades en este tema es similar en todas.

A juicio del director del trabajo éste es un primer paso que abre muchas líneas de investigación sobre el papel de las hermandades en la sociedad civil; la colaboración de las empresas como forma de ejercer la Responsabilidad Social Corporativa; su papel como referentes morales y culturales; en la economía y varios temas más.