Desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección.
La Semana Santa de 2021 ha sido especial, diferente a lo que hemos conocido. Se ha vivido en el interior de los templos. En nuestra Hermandad de la Soledad, hemos tenido cinco altares para la Virgen, con diversos cambios, en apenas nueve días, desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. Estos cambios han obligado a un gran esfuerzo al equipo de Priostía, vestidor y camareras para que María Santísima en su Soledad pudiera quedar lo más bella posible durante estos días en la parroquia de San Lorenzo.
La cronología de los montajes de altares ha sido la siguiente:
1. Viernes de Dolores: Se celebró la Veneración de María Santísima en su Soledad. La Virgen estuvo expuesta, vestida de hebrea, como es costumbre, en la Capilla del Sagrario. Los hermanos y fieles pudieron acudir ante Ella desde las 10 de la mañana a las 19 horas, sin interrupción formando largas colas durante todo el día. Estuvo exornada con lirios morados.
2. Misa del Viernes de Dolores: A las 20 horas del Viernes de Dolores se celebró la Misa de Hermandad que ponía el brillante cierre a la Veneración. Para esta celebración, María Santísima en su Soledad fue trasladada hasta el Altar Mayor de San Lorenzo, donde quedó delante del altar efímero instalado por la Hermandad del Dulce Nombre, que presidía el Cristo del Mayor Dolor, con la Virgen del Dulce Nombre y San Juan a sus pies. Fue un momento bellísimo y difícilmente repetible, en el que las dos imágenes de las Dolorosas de San Lorenzo coincidieron en el Altar Mayor durante apenas dos horas.
3. Altar en la Capilla, del Sábado de Pasión al Martes Santo: Desde la tarde del Sábado de Pasión hasta el Martes Santo, María Santísima en su Soledad estuvo expuesta a los fieles en su Capilla, en circunstancias diferentes a lo habitual. Estaba sobre su peana, pero fuera y debajo de su altar de culto, en una estructura efímera, alumbrada por dos faroles de plata, y exornada con lirios morados y flores blancas. La Virgen ya vestía su manto y saya de salidas, y lucía la diadema de plata dorada, el puñal y el tocado de seda inglesa que ha mantenido en la Semana Santa.
4. La Soledad en el Altar Mayor de San Lorenzo para el Sábado Santo: El Miércoles por la tarde, cuando se abrió la parroquia de San Lorenzo, los fieles pudieron ver a María Santísima en su Soledad presidiendo el altar mayor. Seguía vestida con el manto y la saya de salida, la diadema de plata dorada, puñal y el nuevo tocado de seda inglesa. Tras Ella aparecía la cruz arbórea, con sus cantoneras de plata dorada, y el sudario. En la estructura del altar montado, estaban los respiraderos dorados de un lateral y frontal del paso, con uno de los faldones bordados laterales. También se incluyó el relicario del Beato Marcelo Spínola. La Virgen estaba iluminada por sus candelabros de guardabrisas, y ocho candeleros de plata. Desde el Miércoles al Viernes Santo estuvo exornada con diversas flores blancas. Para el Sábado Santo fueron cambiadas las flores y apareció ya exornada con rosas blancas, como las que ha lucido en sus salidas procesionales de los últimos años.
5. La Soledad para el Domingo de Resurrección: El Domingo de Resurrección, cuando abrió la Parroquia de San Lorenzo, los fieles pudieron apreciar otros cambios en el altar efímero de la Soledad, que siguió en el Altar Mayor, vestida igual que en los días anteriores, pero fueron retiradas la cruz con el sudario y el relicario, y se incluyó la imagen del Niño Jesús de Roca-Amador delante de la Virgen. Las rosas blancas que adornaban a Nuestra Madre de la Soledad, siguiendo la costumbre, se repartieron a los hermanos y fieles que asistieron a la Misa de la Pascua de Resurrección.
