El escribano de Cámara de la Real Audiencia de Sevilla Diego de Arana apareció ligado a la Soledad durante toda la primera mitad del Diecisiete, y es fácil confundirlo como escribano de Mesa de la Hermandad, ya que rubricó una gran cantidad de acuerdos y documentos aunque en aquel momento no ocupara este cargo, hecho que sucedió en varias etapas. Aparece citado en el gran período que abarca desde 1604 hasta 1647, ocupando la mayordomía en 1613, aunque su mayor logro fue el descargo que presentó en el auto contra la cofradía del Desconsuelo de Triana en defensa de los legítimos intereses históricos de la Corporación de la Soledad de Sevilla. También consiguió, por su empeño, presentar el Miércoles Santo de 1637 el Jubileo de las 40 horas aprobado por el Provisor.