El pendón sacramental tiene forma de bandera recogida, fue estrenado en 1984 y se elaboró con tela de damasco roja a los que se le pasaron bordados de un antiguo estandarte, trabajo que realizó el antiguo sacristán de San Lorenzo Ignacio Escobar.
En 1990 Manuel Seco Velasco realizó un asta basada en repujados clásicos, adaptándole la Cruz del antiguo estandarte de la Soledad, aunque con modificaciones sobre el remate original. Mide de alto 302 centímetros.
Flanquean al pendón sacramental dos varas del siglo XIX realizadas en madera negra en su vástago y metal plateado en el regatón y la galleta, que representa a unas figuras de las Ánimas Benditas abrazadas a una Custodia Sacramental. Delante y detrás de esta insignia escoltan sendas parejas de nazarenos con cirios rojos, para dar luz, ya que está integrada dentro del tramo de cruces.