Mañana y tarde de devoción soleana junto a la Virgen

El Sábado Santo de 2021 fue un día para el recuerdo en nuestra Hermandad de la Soledad, una jornada intensa para el reencuentro de todas las generaciones de cofrades soleanos y de unión en torno a nuestra Madre de la Soledad. Aunque no pudimos cumplir nuestra Estación de Penitencia, fue un Sábado repleto de emociones.

Por la mañana, la Parroquia de San Lorenzo permaneció abierta de 10 a 14 horas. Durante toda la mañana hubo largas colas de personas para ver y rezar a María Santísima en su Soledad, que se encontraba en el altar mayor, donde el equipo de priostía instaló un altar especial con diversas piezas artísticas de su paso, y presidido por la Virgen, vestida con su manto y su saya de salida, y en esta ocasión con la diadema de plata dorada de Marmolejo (1945) y con el tocado de seda inglesa que estrenaba, donado por el vestidor Federico Carrasco. Tras Ella, la cruz con el sudario. Un conjunto elegante y clásico, evocador de su paso del Sábado Santo, que ha sido muy elogiado.

A lo largo de la mañana celebramos diversos actos. Comenzaron a las 10:30 horas celebramos con un turno de oración para los hermanos veteranos. Reencuentro emotivo de los cofrades soleanos más mayores, que rezaron a la Virgen. Como final del acto, Angelita Yruela, la saetera más veterana de Sevilla, Hija Predilecta de la ciudad, cantó una bella saeta a la Virgen.

A las 11:30 horas tuvimos el turno de oración para los capataces y costaleros de la Hermandad. Nuestro capataz, Rafael Ariza, con sus auxiliares, y la casi totalidad de los costaleros de la Soledad, acudieron para rezar a la Virgen. Más momentos emotivos, con la nostalgia de dos años sin salir a las calles de Sevilla. Tras las intervenciones del capataz, Rafael Ariza, y del hermano mayor, José Joaquín León, llegó el colofón de una gran saeta interpretada por Carrasquilla.

Poco después, a las 12 horas, se rezó el Ángelus, ante la Virgen. A continuación, el hermano mayor hizo entrega del donativo especial de Caridad de 2021 a D. Francisco José Ortiz, párroco de la Blanca Paloma (barrio de los Pajaritos), con destino a su comedor social.

Los turnos dedicados a los grupos de la Hermandad continuaron a las 13:15 horas con los hermanos del Grupo Joven, que acudieron en amplio número. El hermano mayor les agradeció la labor que han realizado en la Semana Santa cumpliendo las funciones de acólitos y también atendiendo las entradas de las colas en las puertas y la organización de visitantes.

Casi al final, a las 13:45 horas, tuvimos el turno de oración para los niños de nuestra Hermandad, que entregaron las huchas de caridad y dibujos a la Virgen, rezándole también una bonita oración. Fue otro momento muy emotivo, que permitió el reencuentro con los más pequeños. Este año no han podido cumplir su estación de penitencia, ni tampoco han podido acudir a la guardería en los últimos meses por razones sanitarias..

Poco antes, había llegado a San Lorenzo, el Arzobispo de Sevilla, don Juan José Asenjo, que fue recibido por el Párroco y Director Espiritual, D. Francisco de los Reyes Rodríguez López, y por el Hermano Mayor, José Joaquín León, y los oficiales de la Junta de Gobierno. El Arzobispo estuvo acompañado por el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, D. Marcelino Manzano Vilches, y por el Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, D. Francisco Vélez. Tras rezar ante la Virgen, pronuncio unas palabras de despedida, al haber renunciado ya a su cargo y estar a la espera del relevo en los próximos meses, y animó a todos los presentes a intensificar la caridad, la formación y los cultos como pilares de la vida de Hermandad y compromiso cristiano.

Al final de la mañana, recibimos la visita oficial del Alcalde de Sevilla, D. Juan Espadas, y poco antes acudió el Teniente de Alcalde de Fiestas Mayores y Gobernación, D. Juan Carlos Cabrera. Igualmente estuvieron en San Lorenzo otras representaciones civiles y religiosas, entre ellas las hermandades del Dulce Nombre, Gran Poder, Buen Fin, Divina Pastora de San Antonio de Padua y Dulce Nombre de Bellavista, que ofrecieron flores a la Virgen y rezaron ante Ella. Ante el altar, se encontraba la urna donde los hermanos y devotos podían depositar la ofrenda de los Sobres y las Huchas de la Caridad. Por la tarde se subieron a los pies de la Virgen, siguiendo nuestra costumbre.

Por la tarde, a las 18:00 horas se celebró la Meditación de los Siete Dolores de María Santísima en su Soledad. Era el acto de culto que sustituía a la Estación de Penitencia. Tras la interpretación de la marcha “La Soledad”, intervino el Hermano Mayor, José Joaquín León, que se refirió a la salida imposible de este año, y a continuación se rezó un Vía Matris Dolorosa, con textos evangélicos y meditaciones sobre los Siete Dolores de María. Las lecturas estuvieron a cargo de 14 hermanos, y se intercalaron composiciones musicales, entre ellas fragmentos de diversos Stabat Mater, a cargo del Grupo Musicarte, dirigido por David Artigas. Como despedida, José Pérez Leal “El Sacri” cantó la saeta que dedica todos los años a María Santísima en su Soledad, en la plaza de San Lorenzo, poco antes de entrar en el templo.

Fue el colofón para un día inolvidable, que precedió a la celebración de la Vigilia Pascual en la parroquia de San Lorenzo.