El libro que custodia la normativa por la que se rige esta Hermandad de la Soledad, tiene tapas rígidas forradas de terciopelo negro con cantoneras, broches y escudo corporativo realizados en plata de ley por Manuel Seco Velasco en 1957. Las dimensiones del libro son de 33 por 22 centímetros. Las pinturas centrales que representan al Santísimo Sacramento y a la Virgen de la Soledad representada en una idealización de su antigua iconografía, fueron realizadas en 1987 por el Taller Isbilia. Se conservan las tapas de las antiguas reglas en metal plateado realizadas por Francisco Bautista Lozano en 1941.

La pértiga que acompaña a las reglas fue realizada en plata de ley en 1957 por Manuel Seco Velasco.

El pendón sacramental, tiene forma de bandera recogida, fue estrenado en 1984 y se elaboró con tela de damasco roja a los que se le pasaron bordados de un antiguo estandarte, trabajo que realizó el antiguo sacristán de San Lorenzo Ignacio Escobar. En 1990 Manuel Seco Velasco realizó un asta basada en repujados clásicos, adaptándole la Cruz del antiguo estandarte de la Soledad, aunque con modificaciones sobre el remate original. Mide de alto 302 centímetros.

Flanquean al pendón sacramental dos varas del siglo XIX realizadas en madera negra en su vástago y metal plateado en el regatón y la galleta, que representa a unas figuras de las Animas Benditas abrazadas a una Custodia Sacramental. Delante y detrás de esta insignia escoltan sendas parejas de nazarenos con cirios rojos, para dar luz, ya que está integrada dentro del tramo de cruces.

Las insignias identificativas de la Hermandad de Nuestra Señora de Roca-Amador, que tiene origen en 1691, unida a la Sacramental de San Lorenzo en 1844 y por último a la de la Soledad en 1977, son dos estandartes. El primero de ellos es el denominado «de gala», y está ejecutado sobre tejido de tisú blanco, bordado con hilos de oro, seda de colores y pedrería, representando en su parte central una reproducción pictórica de la Virgen de Roca-Amador.

El segundo estandarte, llamado «de diario», es el que sale en la procesión penitencial, de peso y dimensiones bastante más reducidos (88 centímetros de ancho por 150 de alto), fue bordado originalmente en 1742 con una pintura central Santa María de Roca Amador obra de Domingo Martínez, alcalde primero en esos momentos de esa Corporación mariana. La base de terciopelo rojo se renovó en 1972 en el taller de Sobrinos de José Caro. El asta que fue cincelada en plata en 1696, tiene una altura de 295 centímetros y su travesaño 108.

Esta insignia está flanqueada en la procesión penitencial del Sábado Santo por una pareja de faroles, proceden del juego de seis de la Sacramental, que fueron restaurados por el taller de Viuda de Villarreal en 1989 e iguales a los que van junto a la bandera concepcionista. Sin embargo en la procesión sacramental del Domingo de la Ascensión le acompañan los faroles de Cruz de guía.

A principios de siglo la Hermandad de la Soledad ya sacaba una bandera concepcionista celeste que fue sustituida primero en 1942 por la ejecutada por Hija de Eduardo Rodríguez con un costo de 200 pesetas, que a su vez volvió a cambiarse en 1951 por otra bordada en los talleres de Guillermo Carrasquilla Rodríguez con un valor de 5.200 pesetas. Por último en 1990 se estrenó el actual paño de seda celeste con una orla de hojilla y el texto «TOTA PULCHRA ES, MARIA, ET MACULA ORIGINALIS NON EST IN TE. MDCCCLIV» bordados por Rosario Bernardino Díaz. Fue bendecida esta insignia en la Función Principal de 1990 por el Obispo Auxiliar de Madrid-Alcalá Agustín García-Gasco. Su dimensión es de 105 centímetros de alto por 88 de ancho. El asta fue repujada en plata de ley por Manuel Seco Velasco en 1957 y lleva un remate en metal plateado que representa el anagrama de María. Su altura es de 302 centímetros.

Está flanqueada la insignia mariana por una pareja de faroles procedente de la Hermandad Sacramental, que fueron restaurados en 1989 en los talleres de Viuda de Villarreal.

Con motivo de la beatificación del Cardenal Spínola, que fue hermano mayor honorario de la Soledad, fue bendecida el 19 de marzo de 1987 una insignia específica para quien es cotitular de esta Hermandad desde el 15 de enero de 1997. El diseño previo fue realizado por Cipriano Gómez Soto, encargándose al taller de la Viuda de Villarreal la ejecución en plata de ley de un asta y un remate independiente, que representa la torre de San Lorenzo a cuatro caras, que es también usado como relicario al llevar su interior un resto del cuerpo del Beato, donación de la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón. El asta mide 304 centímetros incluido el relicario, y éste 55.

El paño de la bandera está realizado sobre la capa magna del también hermano mayor honorario de la Soledad y Cardenal y Arzobispo de Sevilla José María Bueno Monreal. Esta pieza color púrpura fue tratada por el maestro sastre soleano Fernando Rodríguez Ávila que confeccionó una bandera de 104 centímetros de alto por 100 de ancho. En esta base Rosario Bernardino bordó el escudo episcopal del Cardenal Spínola y su lema «OMNIA POSSUM IN EO» (Todo puedo en Él). En la parte posterior de la bandera se hizo lo propio con la referencia de la donación de la capa y la fecha de beatificación: «VEXILUM CONFECTUM PLUVIO MAGNO CARDINALIS JOSEPH M. BUENO MONREAL IN COMEMORATIONE BEATIFICATIONIS CARDINALIS MARCELLI SPINOLA, FRATRES MAIORES HUIUS CONFRATERNITATIS SOLITUDINIS. B. M. V. DIE XXIX MARTII MCMLXXXVII».

La bandera del Cardenal Spínola lleva la escolta de cuatro varas realizadas también en 1987 en el taller de Viuda de Villarreal, que siguen el dibujo del resto del juego de insignias.

La bandera pontificia fue estrenada el Sábado Santo de 1967, y se planteó en un cabildo de oficiales a propuesta del mayordomo segundo Cipriano Gómez Soto, ya que hasta entonces se sacaba cedida la de la cofradía de Montesión y las cuatro varas de esa insignia de la hermandad del Gran Poder. El asta y el remate, que representa la cúpula de San Pedro, fueron realizados por Jesús Domínguez Vázquez en plata dorada, alargándose en el mismo taller con un tubo más en 1992, siendo actualmente la altura total de 305 centímetros. El paño de seda con los colores pontificios blanco y amarillo fue bordado en 1981 por Benilde Cuéllar, y reproduce el escudo del Papa Clemente VIII, pontífice en 1594 cuando la Capilla de esta Hermandad de N.ª S.ª de la Soledad en la Casa Grande del Carmen se agregó a la Basílica de San Juan de Letrán en Roma. La dimensión del paño es de 193 centímetros de alto por 145 de ancho.

En el mismo año de 1967 y realizadas por el mismo orfebre, se estrenaron en plata dorada las cuatro varas que acompañan a la insignia, que a diferencia del dibujo común al resto de las varas se rematan con una galleta en las que figura la Tiara pontificia.

En una época tan convulsa donde la permisividad y la ampliación de la legislación del aborto en España es cada vez mas dilatada, en el seno de la hermandad de la Soledad se plantean hacer una nueva insignia para uno de los tramos de los nazarenos-niños: El Guión de los Niños, y se quiere conmemorar desde que son concebidos, donde empiezan a tener alma, a tener VIDA.

A partir del año 2008 se empezó a tratar en el Cabildo de Oficiales la necesidad de crear una insígnia representativa para el tramo 5º, donde van integrados parte de los mas pequeños de nuestros nazarenos,  y pasar la llamada cruz parroquial a abrir el tramo de acolitado que precede al paso.

Es en el cabildo del 15 de septiembre de 2009 cuando el profesor D. José Manuel Bonilla Cornejo presenta un diseño de la nueva insignia que se denomina “Guión de la Vida”.                                            

La insignia está concebida como una banderola, pintada y bordada por una de sus caras y bordada en la otra con el lema . El bordado está hecho en las técnicas de “cartulina”, “muestra armada”, “hojilla” y seda

La primera cara reproduce una pintura de Tomás Ruiz Vela, hecha para el libro homenaje a Don Antonio Petit García en 1953, en donde  aparece la Virgen rodeada de los Niños de la Soledad, en 3 niveles. Primer nivel: los que están en la Tierra (organizando la salida de la Cofradía), Segundo Nivel: los que nacieron y al morir están junto a Ella (se representan descalzos con luz y azucenas –vida y pureza). Tercer nivel: los que nunca llegaron a nacer y por tanto no tienen cuerpo y están en lo más alto también junto a Ella (se representan como querubines). Ella representa la Madre, la gozosa y la afligida.

Estos niños reproducidas sus caritas en la pintura son hermanos y hermanas reales de la Hermandad de la Soledad, que viven o han vivido, contribuyendo la mayoría de sus familiares con donativos para la ejecución de la insignia.

El estilo de los bordados está inspirado en los del manto de la Virgen,  con el objetivo de simbolizar que es Ella la que, bajo su manto, ampara a todos aquellos Niños que son causa de la injusticia. Aquellos que mueren no sólo en el seno de sus madres, sino los que mueren objeto de la explotación, los que mueren por no tener un alimento que llevarse a la boca, los que mueren y los que sufren, para ellos que son los Bienaventurados es esta insignia de la Vida.

La segunda cara, profusamente bordada como la anterior en “hojilla” y con fondo granate, lleva reproducido el lema distintivo: “BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE”.

El asta lleva como remate  una reproducción en marfil del  Niño Jesús de Roca-Amador de 30cm de altura, en cuya festividad celebra la hermandad la renovación de los hermanos que cumplen los 14 años de edad.

La pequeña ráfaga de oro que lleva en la pintura de la Virgen de la Soledad está replicada de la original  y ejecutada con oro sobrante de la propia hermandad.

El Guión va acompañado de dos faroles, razonándose en que siendo una insignia cuyo lema es la defensa de la Vida, lleva luz que simboliza que la Insignia está viva. Al nacer un niño se produce el “alumbramiento”. A todo esto se añade que es la única insignia en la que reproduce la Titular penitencial de la hermandad,  por lo que al igual que las que representan dogmas de Fe o portan reliquias de Santos va alumbrada

Estos dos faroles con asta son ejecutados en plata, siendo rematados en cada una de sus cuatro esquinas  lisas con nazarenos niños que portan en sus manos los capirotes y terminados arriba con una corona

El Guión fue bendecido por el Arzobispo de Sevilla, Don Juan José Asenjo Peregrina en el Altar Mayor de la Parroquia de San Lorenzo, en el transcurso de la Función de la Oración por la Vida, el día de San José 19 de marzo del año 2010.

La Insignia se estrenó el Sábado Santo día 3 de abril de 2010 si bien salió incompleta, sólo bordada por la parte de la pintura. Se terminó de bordar y entregó el día 14 de mayo del mismo 2010. 

Diseño: José Manuel Bonilla

Artistas:

Orfebrería: Jesús  Mª Domínguez  Machuca  

Niño Jesús en marfil del remate: Ramón Márquez

Bordados: Rosario Bernardino

Pintura reproducción de la de Tomás Ruiz Vela: Beatriz Barrientos

Materiales:

Plata de Ley cincelada de  278 cm la altura total la insignia y los dos faroles de 186cm de altura.

Marfil: Niño Jesús del remate de la insignia (30 cm.)

Oro: Ráfaga de la reproducción  en pintura de la Virgen de la Soledad

Banderola en tejido de tisú de plata y seda color beige: 74 x 54 cm.

El origen de esta insignia se encuentra en 1963 cuando por iniciativa del entonces hermano mayor José de Rueda Carrión se creó el Sobre de la Caridad, que fue emulado por otras cofradías. En el mismo se puede leer «EN ESTE SOBRE CERRADO: TU OFRENDA A LA CARIDAD. SI NO PUEDES NADA, NADA. SI PUEDES POCO: POCO. SI PUEDES MUCHO, MUCHO. NADIE MÁS QUE DIOS, LA VIRGEN Y TÚ LO PUEDES SABER. DE TODAS FORMAS QUE DIOS TE LO PAGUE Y LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD TE LO PREMIE». El mismo promotor sufragó un guión en plata de ley en con una banderola rígida, en cuya parte central de malla, se representa el referido sobre y al reverso la clásica representación iconográfica de la Caridad con la mujer y los dos niños. La banderola mide 68 centímetros de ancha por 50 de alta. El asta, que mide 260 centímetros de alta, se remata con las otras dos virtudes teologales: la Fe y la Esperanza. Fue ejecutada esta insignia por Jesús Domínguez Vázquez y estrenada el Sábado Santo 25 de marzo de 1967.

Tras la Semana Santa de 1975 se decidió realizar las cuatro varas que flanquean al guión de la Caridad también en plata de ley, siendo estrenadas al año siguiente.