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ENCUENTRO DE HERMANDADES DEL SÁBADO SANTO Y DOMINGO DE RESURRECCIÓN

La Hermandad de la Soledad acoge el Encuentro de Hermandades del Sábado Santo y Domingo de Resurrección

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MAÑANA DE SÁBADO SANTO EN SAN LORENZO

Con el recuerdo reciente en la memoria del pasado Sábado Santo, recordamos la mañana previa a la Estación de Penitencia, jornada en la que los sevillanos quisieron acompañar a la Santísima Virgen en su Soledad momentos antes de que la Cruz de Guía comenzara su discurrir hacia la S. I. Catedral.

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ADHESIÓN A LA SOLICITUD DE LA MEDALLA DE SEVILLA PARA N. H. D. JOSÉ ANTONIO MALDONADO ZAPATA

La Hermandad de la Soledad ha acordado solicitar al Ayuntamiento de Sevilla la Medalla de la Ciudad para N. H. D José Antonio Maldonado Zapata.

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banderacarmelitanaLa relación de esta Hermandad de la Soledad con la comunidad carmelita, en cuya Casa Grande sevillana residió en Capilla propia la mayor parte de su Historia, además del VII Centenario del Escapulario del Carmen celebrado en 1951, fueron la causa para el estreno del banderín carmelitano, a propuesta de Antonio Petit Gómez que diseñó y sufragó la insignia. El paño del banderín incorporó la leyenda «VII Centenarius Sancti Scapularis 1951 Zelo Zelatus Sum Pro Domino Exercitu», y el dibujo que realizó Tomás Ruiz Vela fue bordado por Ana Pérez Bernal, sobre paño de seda donado por Juan Foronda. El tejido medía 70 centímetros de alto por 74 de ancho. Este banderín procesionó desde 1951 (los primeros años portado por un fraile carmelita y luego por un nazareno soleano) hasta 2001, momento en el que se modificó la insignia creándose una bandera de iguales colores hueso y marrón y de mayores dimensiones: 180 por 140 centímetros. El diseño, que está basado en el de la bandera existente en el Convento del Buen Suceso de Sevilla, fue realizado por José Manuel Elena Martín y bordado por Rosario Bernardino Díaz en 2002. El asta fue labrado por Manuel Seco Velasco en plata de ley en 1957 y su remate, que reproduce la imagen de N.ª S.ª del Carmen, fue realizado por el mismo orfebre en 1951. Mide, incluido el remate, 272 centímetros.


Cuatro nazarenos flanquean esta insignia portando varas que labró el mismo Manuel Seco Velasco en 1957.

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banderahermandadLa Cofradía de la Soledad carece de Senatus, por lo que la segunda insignia en el orden procesional es la bandera de la Hermandad o bandera blanca y negra, llamada así por los colores corporativos. El origen de la misma debe estar en la época de rehabilitación en la segunda mitad del siglo XIX. El asta fue realizada por Manuel Seco Velasco en plata de ley y fue estrenada el Sábado Santo de 1957, aunque el remate en forma de lanza, se realizó unos lustros antes en metal plateado. Su altura mide de 303 centímetros, y el paño negro con Cruz blanca 178 por 172 centímetros.


Procesiona flanqueada por cuatro varas de plata de ley, de la serie de veintiocho que se estrenaron en 1957 y que fueron repujadas por Manuel Seco Velasco con motivo del IV Centenario.

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cruzdeguiaFue realizada por Manuel Seco Velasco, con trabajo en madera de caoba del ebanista Manuel Caballero Farfán, y su diseño está basado en la antigua insignia que procesionó desde 1888 a 1972, obra de Juan Baena. La labor de orfebrería en plata de ley se aprecia en el interior del cuerpo de la Cruz con un calabrote, escenas de la pasión, además del INRI, remates y abrazaderas. Fue bendecida por el Cardenal Bueno Monreal en la Función Principal de Instituto celebrada el 11 de marzo de 1973 y salió por primera vez ese Sábado Santo 21 de abril. Las dimensiones de la Cruz son de 266 centímetros de alta y 146 de ancha. Fue donada completamente por el hermano mayor José de Rueda Carrión. El INRI fue modificado en el taller de Seco en 1986, ya que se sustituyó por otro en forma de pergamino calado y enrollado en sus extremos. Por último, debido a las deformaciones sufridas en la madera, se renovó ésta en 1999 con nueva caoba de Brasil, en el taller de Carpintería Rivera, restauración costeada por el hermano mayor José de Rueda Macías, hijo del donante de la Cruz.


Flanquean a la primera insignia una pareja de faroles también realizados en plata de ley por Manuel Seco Velasco e igualmente estrenados en 1973, que fueron donados por Rafael Carrión, uno de ellos, y por un grupo de hermanos, el otro. Fueron restaurados en 2004 en el taller de Jesús Domínguez Machuca.

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1. Manto de salida.

Josefa Antúnez, 1867-1875. Terciopelo negro bordado en hilo de oro a realce. 475 x 234 cm.

88- (10)En 1866 empieza a gestarse la ejecución de un manto bordado para Nuestra Señora de la Soledad. La autoría del mismo era desconocida hasta una reciente investigación, si bien venía atribuyéndose, sin fundamento alguno, a Teresa del Castillo. Ya en 1998 apuntábamos que podría tratarse de Josefa Antúnez su autora, pues una noticia aparecida en el diario El Porvenir de 28 de marzo de 1867 menciona como su autora a «la Señora de Muñiz» y la mencionada bordadora firmaba a veces como «Josefa Antúnez de Muñiz». La aparición de documentos en la Hermandad de la Columna y Azotes en los que Antonio Muñiz firmaba como esposo de Josefa Antúnez recibos por trabajos de la artista nos corrobora la teoría y certifica bien a las claras que fue la mayor de las hermanas Antúnez quien ejecutase la pieza, que se dilató en el tiempo ocho años. Dificultades económicas hicieron que la prenda no se concluyese y su estreno el Viernes Santo de 1867 fuese sólo parcial. Los pagos fueron prolongándose en el tiempo hasta 1872, y no se continuó el bordado, abriéndose una suscripción entre los hermanos para poder culminar la obra. Por fin, en 1875 se concluiría el manto, sobre el que han intervenido los talleres de Guillermo Carrasquilla en 1954 y Rosario Bernardino en 1988.

En la obra vemos la presencia de dos partes bien diferenciadas, que pudiera ser consecuencia de la realización en dos momentos distintos o a una concepción inicial de esta hechura. Se distingue las vistas delanteras, con piezas de mayor tamaño, especialmente en las esquinas y decoración a base de pequeñas flores y hojas. Estos elementos ornamentales siguen el estilo imperante en la época de los mediados del XIX, en donde las piezas bordadas se individualizan, presentando aún poco realce y utilizando una gran variedad de flores. En la parte central destaca la presencia de cinco soles, o piezas circulares formadas por rayos alrededor de un círculo y a su alrededor un dibujo más sencillo a base de hojas sueltas, mientras el perímetro entrelaza diversas hojas de gran tamaño a través de finos tallos rodeados a su vez de más hojas pequeñas. 

 

2. Toca de sobremanto.

Sobrinos de José Caro, 1961. Malla de oro bordada en hilo de oro a realce, 106 x 47 cm.

Esta pieza de bordado sobre malla de oro se bordó con el mismo material noble una toca de sobremanto en el taller de Sobrinos de José Caro en 1961.

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88- (1)3. Saya de salida.

Anónimo, 1885. Terciopelo negro bordado en hilo de oro a realce, 105 x 50 cm.

Esta pieza de bordado fue estre-nada el Viernes Santo de 1885 y sigue un diseño asimétrico a juego con el manto terminado una década antes. No está documentada su autoría pero bien podría estar al igual que el manto en la órbita Josefa Antúnez o quizás de Teresa del Castillo. Los bordados fueron pasados a nuevo soporte de terciopelo negro en 1985 por Rosario Bernardino Díaz.

 

4. Saya blanca de Todos los Santos.88- (2)

Juan Manuel Rodríguez Ojeda, 1885. Seda blanca bordada en hilo de oro a realce, 105 x 50 cm.

Esta saya de seda blanca bordada en oro con dibujo vegetal asimétrico, parece ser obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, trabajo que ejecutó para N.ª S.ª de Todos los Santos. A raíz de la estancia de esta corporación durante la Guerra Civil en la parroquia de San Lorenzo, se crearon grandes vínculos entre las dos hermandades, por lo cual, la de la calle Feria regaló esta saya a la Virgen de la Soledad. Fue pasada a nuevo tejido por Rosario Bernardino en 2002.

 


88- (3)5. Saya de cultos solemnes.

Sobrinos de José Caro, 1970. Terciopelo negro bordado en hilo de oro a realce, 105 x 50 cm.

Esta pieza de bordado fue promovida por Antonio Petit García, es de estilo neobarroco y guarda simetría respecto a un eje central, con dibujo de Guillermo Bonilla y bordados del taller de Sobrinos de José Caro, estrenándose el Sábado Santo de 1970. Sirvió en las siguientes salidas procesionales, hasta que en 1985 se recuperó la saya antigua.

6. Saya de bordados toreros.

Sobrinos de José Caro, 1971. Tejido color nazareno con aplicaciones de bordados toreros, 105 x 50 cm.

El soleano Antonio Ordóñez Araujo donó diversos trajes de luces para la ejecución de varias piezas para el ajuar de N.ª S.ª de la Soledad. En 1950 regaló su primer traje de luces con el se ejecutó una saya en el taller de Carrasquilla, y que se estrenó en el besamanos de 1951. En 1955 entregó otro traje de torear y el 1 de mayo de 1967 otro más de color heliotropo y oro, con el que acababa de triunfar en la Maestranza esa pasada Feria de Abril, confeccionándose un manto de un camarín. En 1971 estrenó la Virgen esta saya realizada con dos trajes de luces del matador rondeño.

 

7. Enaguas de la Señá Gabriela.

Hacia 1919. Tejido de hilo y encajes.

La devoción que profesaba la Señá Gabriela por N.ª S.ª de la Soledad ya se puso de manifiesto en el cabildo celebrado el 4 de abril de 1915 cuando se decidió que una comisión de la Mesa de la Soledad se pasara a visitar a «la Sr.ª D.ª Gabriela Ortega Viuda de Gómez para darle las gracias por el interés que toma por esta Hermandad». En 1917 ingresó como hermano su hijo Fernando y el siguiente fue nombrada Camarera de la N.ª S.ª de la Soledad. Como vestigio de aquella época la Virgen conserva dos enaguas donadas por la bailaora madre de Los Gallo. La relación con la Cofradía fue tan estrecha que modificó unos años su recorrido de vuelta.

Así en el regreso de 1917 y 1918 la procesión regresó seguramente por Amor de Dios hacia la Correduría y quizás por Barco, Niño Perdido o Vulcano se acercara el paso de la Virgen hasta la vivienda de esta mítica familia situada en la Alameda de Hércules número 73, para cruzar a Santa Ana donde tenía la suya su hijo Joselito El Gallo. Tras la muerte de Gabriela se le rindió homenaje póstumo con solemne misa cantada el 17 de febrero de 1919. El año siguiente año ingresó también como cofrade soleano el marido de su hija Lola, el matador de toros Ignacio Sánchez Mejías, cuya familia era vecina de la calle Palmas, hoy Jesús del Gran Poder.

 

8. Diadema neoclásica de plata.88- (4)

Anónimo, 1893. Plata sobredorada, 40 x 57 cm.

Esta pieza donada por Natalia López de Rojas fue ejecutada en plata dorada, y según consta en uno de los punzones se estrenó en el año 1893. Las otras marcas que aparecen son F. Lastorres, NO8DO y V. Franco, que hace compleja su atribución aunque podría ser a Valentín Franco, activo por entonces en la Ciudad y en la hermandad de los plateros de San Eloy. Fue restaurada en 1999 por Joaquín Ossorio Martínez.

 

88- (5)9. Diadema neobarroca de plata.

Fernando Marmolejo Camargo, 1945. Plata sobredorada.

Luis Ochoa Velasco diseñó esta presea y donó la plata necesaria para su ejecución, que corrió a cargo de Fernando Marmolejo Camargo, estrenándose en 1945. La diadema se compone de una base en semicírculo, donde se presenta el escudo de la Herman-dad de la Soledad y dos pequeñas cartelas. Contiene roleos y motivos vegetales, partiendo diez grupos de rayos biselados alternados con una docena de ángeles querubines que portan con el brazo extendido otras tantas estrellas de gran tamaño. El remate es una bola del mundo y sobre ella la paloma del Espíritu Santo y la Cruz, que se complementa con pedrería verde. Sobre la base aparece el escudo de la Hermandad y dos cartelas. En 2001 fue restaurada por Joaquín Osorio Martínez.

 

10. Diadema neobarroca de oro.88- (6)

Viuda de Villarreal, 1978. Oro de ley y pedrería, 34 x 75 cm.

En 1975 se comenzó a ejecutar una diadema con el oro donado por numerosos soleanos que reproduce el mismo diseño de la de 1945, aunque de aspecto y dimensiones mayores. La realización de esta pieza, que es la que luce la Virgen de la Soledad en sus salidas procesionales, sufrió por un largo proceso, pasando por las manos de Jesús Domínguez Vázquez, y luego por los talleres de la Viuda de Villarreal y por Joyería Casa Ruiz. Fue bendecida y estrenada en 1978.

 

88- (7)11. Puñal de oro.

Joyería Aldao, 1969. Oro de ley.

En 1969 el matador de toros soleano Antonio Ordóñez Araujo donó un puñal realizado en oro de ley en la Joyería Aldao de Madrid, siguiendo la traza de uno antiguo de metal dorado.

 

12. Puñal de oro.88- (8)

Jesús Domínguez Machuca, 1996. Oro de ley, 17 x 15 cm.

Jesús Domínguez Machuca diseñó y labró en 1996 este puñal en oro de 22 quilates en el anverso y de 18 en el reverso, siguiendo un dibujo basado en las diademas neobarrocas de la Hermandad, colaborando el engarzador Manuel Rueda y Dolores León, que ejecutó el sol central de marfil.

Lleva unos 90 brillantes, y fue donado por un grupo de hermanas, destacando la aportación de la pedrería de la pulsera de pedida de Soledad Murube, esposa del escritor soleano Joaquín Romero Murube. 

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  1. PASO (1951).

 

321El paso en el que procesiona la Virgen de la Soledad es una obra concebida por el pintor Santiago Martínez Martín y plasmada por Francisco Ruiz Rodríguez «Curro el dorador». Se estrenó el Viernes Santo de 1951.

 

Tras crearse una comisión para la ejecución de esta obra en 1945 y buscarse los diferentes medios para su sufragio se dio el primer golpe de gubia el 5 de noviembre de 1949. Intervinieron los artistas Francisco Carrero y Francisco Rivette en la talla, Francisco Bailac en la carpintería, Manuel Vergara Herrera en la imaginería y Manuel Calvo Camacho en el dorado, todo bajo la supervisión del «Maestro Curro» y la dirección artística de Santiago Martínez.


Esta obra, completamente tallada y dorada, fue creada en estilo neobarroco y se compone de respiraderos con cuatro maniguetas, canasto y peana, con la presencia de una trama de azucenas estofadas en blanco, símbolo de la pureza de María, y uno de los signos identificativos de estas andas.

 

En el frontal del canasto figura una capilla principal, rematada con el escudo corporativo, en la que se sitúa una imagen de la Asunción del siglo XVIII con aureola de doce estrellas engarzadas de brillantes. Debajo, en los respiraderos, se encuentra un alto relieve con la cabeza de San Juan Evangelista. En el costero izquierdo figura el Evangelista San Lucas y en la capilla del respiradero María Jacobi, y a sus lados se sitúan los bustos de los profetas Jeremías e Isaías. En la trasera el Evangelista San Mateo y debajo el busto de María Magdalena. Por último en el costero derecho el Evangelista San Marcos y en el respiradero María Salomé flanqueada por los Santos Varones José de Arimetea y Nicodemo. En las esquinas figuran cuatro ángeles, siendo los de la delantera una obra anónima del siglo XVII, y la pareja de la trasera una copia de los mismos sacada de puntos por Manuel Vergara.

 

Además de este programa iconográfico y las azucenas, encontramos otra característica identificativa de esta obra, como es la de una inscripción que recorre y rodea todo el cuerpo del paso. Realizada sobre un fondo rojizo, está tomada de versículos y estrofas de las Sagradas Escrituras, y está dividida en capítulo, estrofa, e himno, siendo su traducción del latín la siguiente:

 

Capítulo: ¿A quién te compararé o con quién te asemejaré, hija de Jerusalén? ¿A quién te igualaré yo para consolarte, Virgen, hija de Sión? Inmenso como el mar es tu quebranto.

Estrofa: ¿A dónde se fue tu amado? ¡Oh la más hermosa de las mujeres! ¿A dónde se marchó tu Querido, y le buscamos contigo?

Himno: Sin embargo, la Virgen, más intrépida que los mismos mártires, se mantiene de pie; por un nuevo milagro, no muere, oh Madre, entre tantas causas de muerte, y crucificada por tan atroces dolores. Reina de los Mártires ruega por nosotros. Tú permaneciste junto a la Cruz de Jesús.

 

Por último, es preciso destacar de estas andas el extraordinario estudio de su iluminación, que se realiza por medio de cuatro candelabros con ocho guardabrisas situados en las esquinas y otros cuatro que salen más abajo de la mesa del paso con la mitad de codales, más otros dos en el centro de los costeros con cinco luces cada uno, así como con cuatro guardabrisones que tienen la misión de alumbrar la canastilla, por lo que, junto con la candelería el número total de puntos de luz de este paso es de ciento seis.

 

La Imagen de la Virgen de la Soledad, se sitúa a una altura elevada en un tercer cuerpo, que se dispone a manera de peana, llevando reproducido el escudo de la Real Maestranza, cuyo Teniente de hermano mayor es hermano mayor honorario de esta Hermandad. Mide el paso 3.720 centímetros de largo, por 2.560 de ancho y 5.970 desde el suelo hasta el punto más alto de la Cruz.

 

Esta obra de arte fue restaurada, dorada y estofada de nuevo por Enrique Castellanos Luque, cuyos estrenos parciales se produjeron los Sábados Santos de 2005 y 2006.

 

2. FALDONES (1999-2000).

 

4Casi medio siglo llevó este paso faldones lisos hasta que en 1999 y 2000 se estrenaron los que están bordados en oro fino y seda por Rosario Bernardino, con dibujo de José Manuel Elena Martín sobre un anteproyecto de Luis Becerra. El esquema básico es el de una greca que recoge un conjunto de símbolos marianos, y los escudos de la Hermandad en la delantera, el de la Orden Carmelita en el izquierdo, el del Beato Marcelo Spínola en el trasero y el de la Real Maestranza en el del costero derecho. Por último destacar que Ricardo Suárez pintó al óleo cuatro cartelas, dos por cada faldón lateral, con escenas de la vida de la Virgen.

 

3. SUDARIO (1910).5

 

El sudario que pende de la Cruz del paso está realizado con tejido de hilo bordado sobre malla en seda blanca, y fue estrenado el Viernes Santo de 1910. Fue restaurado en los Talleres de Fernández y Enríquez en 1995 y pasados los bordados a nuevo tejido.

 

4. CANDELERÍA (1960).

 

La candelería que se dispone en la delantera del paso fue realizada en plata de ley por Manuel Seco Velasco y estrenada el Sábado Santo de 1960. Está compuesta de cuarenta y cuatro piezas y su peso total es de 82 kilogramos. Es una obra neobarroca, basa su diseño en unos candeleros de la parroquia de San Lorenzo, y en su base se representan los escudos de la Hermandad, de la Orden del Carmen y de la Real Maestranza.

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5. JARRAS (1983).

 

Manuel Seco Velasco labró en 1983 cuatro pequeñas jarras en plata de ley que se sitúan en los costeros del paso, en su zona más trasera. Siguen el diseño de la candelería.