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ENCUENTRO DE HERMANDADES DEL SÁBADO SANTO Y DOMINGO DE RESURRECCIÓN

La Hermandad de la Soledad acoge el Encuentro de Hermandades del Sábado Santo y Domingo de Resurrección

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MAÑANA DE SÁBADO SANTO EN SAN LORENZO

Con el recuerdo reciente en la memoria del pasado Sábado Santo, recordamos la mañana previa a la Estación de Penitencia, jornada en la que los sevillanos quisieron acompañar a la Santísima Virgen en su Soledad momentos antes de que la Cruz de Guía comenzara su discurrir hacia la S. I. Catedral.

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ADHESIÓN A LA SOLICITUD DE LA MEDALLA DE SEVILLA PARA N. H. D. JOSÉ ANTONIO MALDONADO ZAPATA

La Hermandad de la Soledad ha acordado solicitar al Ayuntamiento de Sevilla la Medalla de la Ciudad para N. H. D José Antonio Maldonado Zapata.

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21RamonPinedaCarmonaEl 26 de abril de 1928 nació en el Barrio de San Lorenzo Ramón Pineda Carmona cursando sus primeros estudios en el colegio Marista de la calle Jesús del Gran Poder, y más tarde los de profesor mercantil, trabajando posteriormente en la empresa familiar INFORMES UNIÓN. S. A. Se casó el 13 de marzo de 1956 con Maruja Llorca García con la que tuvo diez hijos, siguiendo su primogénito José Ramón (oficial desde 1986, mayordomo desde 1994 a 2006, y hermano mayor elegido en 2010) la continuidad de su familia en la Junta soleana.

Ramón Pineda ingresó de hermano de la Soledad en 1947, una vez que don Pedro Izquierdo ejercía ya como el primer hermano mayor seglar del siglo XX. Entonces con un grupo de jóvenes, entre los que estaban los hermanos Juan y Francisco Hidalgo Negro, Pepe Vida, Antonio Gallego, José Toajas, Diego Barba y otros, formaron la llamada la «Legión de la Soledad», que con su trabajo e ilusión se integraron tan de lleno que algunos ya pasaron a formar parte de la Junta de Gobierno de José Faguás a principios de los Cincuenta. En concreto Ramón Pineda ejerció de secretario, luego acompañó en la mayordomía a Pepe Rueda en los años del IV Centenario, para luego ejercer en la época de éste como diputado mayor de gobierno y desde 1966 a 1978 como mayordomo primero. Fue entonces cuando tomó el relevo de la Hermandad de la Soledad al ser elegido hermano mayor, sólo un mes después de sufrir el duro golpe de la muerte de su esposa Maruja cuando contaba 46 años. Esta no sería la única tragedia de su vida pues su hija Macarena también desapareció en 1983 con sólo 19 años, hecho que sin duda debió superar por sus claras creencias, ya que era un hombre convencido de su Fe, por lo que participó durante su vida en diversas organizaciones católicas como Acción Católica, Cursillos de Cristiandad, Fundación Cardenal Spínola, Fundación Zaqueo y Costaleros para un Cristo vivo. En lo que se refiere a las cofradías y hermandades de Sevilla ejerció de vicepresidente del Consejo durante ocho años.

Fue hermano de la Sacramental de San Lorenzo y elegido mayordomo de ésta en 1959, por lo que desempeñó igual oficio a la vez en ambas corporaciones de la parroquia, cuestión fundamental para entender el proceso de fusión. Una vez sucedido este, Ramón Pineda Carmona fue el primer hermano mayor de la Hermandad Sacramental de la Soledad durante los ocho años que permitieron las reglas al haberse adaptado la limitación temporal de los cargos, destacando en este tiempo el estreno de la diadema de oro, la integración de la cuadrilla de costaleros y la juventud y la decisión de restaurar a la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad. Posteriormente siguió perteneciendo a la Junta de Gobierno como Consiliario llegando al año 2001 en el cual le fue correspondida su dedicación a la Iglesia al concederle la Santa Sede la Gran Cruz Pro Eclesia et Pontífice, y poco después este reconocimiento partió de su Hermandad de la Soledad al imponérsele el 4 de marzo de 2001 la tercera medalla de oro, tras cincuenta años continuados en la Junta de Gobierno. Murió el 1 de marzo de 2004, primer lunes de cuaresma, recibiéndose la noticia cuando el Vía crucis de las Hermandades se celebraba en la Catedral de Sevilla, participando una extraordinaria cantidad de personas en su funeral celebrado en la parroquia de San Lorenzo. Al siguiente año, el día de la Función Principal de Instituto, su figura fue recordada, donando la familia Pineda Llorca la medalla de oro a su Hermandad de la Soledad.

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20JoseRomeroLopezJosé Romero López nació en Sevilla el 4 de agosto de 1916, estando situado el domicilio familiar en la calle Pedro del Toro 5. Tras realizar estudios en el colegio San Francisco de Paula y en los Salesianos de Utrera ingresó en la facultad de medicina en 1933, aunque con motivo de la Guerra Civil tuvo que suspender su formación, ingresando en el ejército donde alcanzó los grados de alférez provisional y teniente. Posteriormente reemprendió sus estudios licenciándose de medicina en 1940, doctorándose luego en Madrid. En 1941 se casó con Rosario Gabilán Muñoz con la que tuvo trece hijos y tras trabajar como profesional de la medicina entró como concejal en el Ayuntamiento de Sevilla, ejerciendo entre 1959 y 1963 como teniente de alcalde, con responsabilidad directa en sanidad y beneficencia, siendo destacable su actuación tras la tragedia del desbordamiento del Tamarguillo en 1961. Perteneció al Ateneo desde 1942, en 1962 fue el rey Baltasar de la Cabalgata de Reyes Magos, y tras la salida un año después del Consistorio hispalense se dedicó plenamente a su labor profesional en su consulta privada situada en el Barrio de San Lorenzo, especializada en pediatría.

En la Hermandad de la Soledad ingresó el 29 de marzo de 1947, ya asentado en el Barrio en la calle Hernán Cortés 8, a espaldas de la parroquia. Entró en la Mesa de José Faguás como diputado y en la de Antonio Petit como consiliario. Con el cambio generacional se produjo el relevo de la Junta de Gobierno en 1961 y su amigo Pepe Rueda le pidió que lo apoyara situándose tras él en la presidencia soleana. José Romero López aceptó y fue teniente de hermano mayor los diecisiete años que duró ese gobierno, es decir, hasta 1978. Es necesario recordar que en febrero de 1966 José de Rueda Carrión se retiró en un breve período de la cúpula de la Hermandad por lo que José Romero López asumió, como indicaban las reglas, el cargo de hermano mayor en funciones durante 24 días. Tras su jubilación José Romero dejó el Barrio de San Lorenzo y se mudó al de la Magdalena, muriendo el 23 de noviembre de 1995 a los setenta y nueve años. 

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19AntonioPetitGomezNo podemos olvidar a Antonio Petit Gómez, soleano no lo suficientemente valorado, entre otros motivos porque estuvo eclipsado por la figura de su padre. Nació el 10 de abril de 1920 y sin haber cumplido los tres meses ingresó en la nómina de hermanos de la Soledad, realizando sus primeros estudios en Los Escolapios. Tuvo que participar en la Guerra Civil en la llamada Quinta del Chupete en el frente de Teruel, y tras regresar a Sevilla realizó estudios medicina, trabajando primero en Dos Hermanas, luego en la Hispano Aviación de Triana y en el Seguro de Enfermedad (hoy Seguridad Social). Posteriormente fue uno de los tres profesionales, junto a Ramón Rodríguez del Valle y José Escobar, que se ofrecieron a los Hermanos de San Juan de Dios de forma altruista, siendo éste el germen del Hospital de esta comunidad en Sevilla. Luego, junto al que fue compadre y amigo desde la niñez Carlos Álvarez Dardet, se abrió en la calle Abades el «Laboratorio Petit-Dardet». Su vivienda familiar discurrió desde casa de su padre en Jesús del Gran Poder, al Núcleo Residencial «Virgen de la Soledad» situada en la misma calle y posteriormente a la de Carlos Cañal.

En lo que respecta a la Soledad sabemos que ingresó en la Junta en 1946, cuando sustituyó a su padre en la mayordomía, pasando luego por los cargos de prioste, secretario, consiliario, fiscal y por último como teniente de hermano mayor, oficio que desempeñaba cuando le sobrevino la muerte en 1981. De él podemos resaltar su función fundamental como enlace entre la generación de su padre y la juventud soleana a fines de los Cuarenta entre los que estaban Ramón Pineda, Carlos Álvarez Dardet (su amigo y compañero desde el pupitre de Los Escolapios), Antonio Gallego, Diego Barba, los hermanos Juan y Francisco Hidalgo Negro, José Vida y José Toajas entre otros. Sin embargo desde aquí queremos destacar su labor, no reconocida por sus contemporáneos, con el Archivo de la Hermandad de la Soledad, ya que tuvo la conciencia del valor del patrimonio documental que para la identidad soleana significaba su conservación y estudio. Tras grave enfermedad Antonio Petit Gómez murió el 3 de enero de 1981, tras habérsele reconocido días antes en cabildo de oficiales como «Hermano ejemplar».

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18JosedeRuedaCarrionJosé de Rueda Carrión nació en Sevilla el 26 de diciembre de 1914, y con sólo cinco años ingresó en la nómina de hermanos de la Cofradía de la Soledad, cuya sede, sita en la parroquia de San Lorenzo, se encontraba a escasos metros de su domicilio familiar situado en la calle Cantabria, 1.

En lo personal, cabe destacar su labor como profesor mercantil, que le permitió una estabilidad económica que repercutió en su Cofradía. El 28 de mayo de 1949 se casó en la Capilla de la Nuestra Señora de la Soledad con Ana Macías Garrido (que es su camarera honoraria desde 1977), naciendo del matrimonio cinco hijos: José (miembro de la Junta de Gobierno desde 1975, que tras pasar por diversos cargos ha llegado a dirigir a la corporación soleana como hermano mayor entre 1994 y 2002), Luis, Enrique (clavero 1978-1982), Manuel y Ana María (camarera 1982-2002). La familia permaneció en la calle Cantabria hasta que en 1957 se trasladó a la calle Jesús del Gran Poder, 69 (hoy 57). Además de su entrega plena a la Hermandad de la Soledad cabe destacar su pertenencia como hombre de Fe a la Asociación Sevillana de Caridad y a los Cursillos de Cristiandad, e igualmente como cofrade aventajado al Consejo General de Hermandades.

Con veinte años ingresó en la Junta de Gobierno de la Soledad como diputado, y unos años después, en 1940, acudió a Zaragoza representando a su Hermandad junto con los también jóvenes soleanos Joaquín Jordán Román y Vicente Rubio Martín, con motivo de actos en honor a la Virgen del Pilar. Poco después comenzó a ascender en lo profesional y dentro de la Junta de Gobierno alcanzó el puesto de censor en 1946, consiliario en 1950 y al año siguiente teniente de hermano mayor. En la Junta elegida en 1954 fue nombrado para desempeñar el fundamental oficio de mayordomo, en un momento en el cual se estaba diseñando ya el programa de actos del IV Centenario y los grandes estrenos de renovación de la Capilla, así como de la orfebrería en plata de ley.

Una vez canceladas las cuentas del aniversario y aprobadas las nuevas reglas de 1961, fue elegido hermano mayor, cargo que no abandonó hasta 1978. La progresión de la Hermandad de la Soledad se notó desde el principio de su mandato y preocupado por la mejora de los cultos unificó la Misa de Comunión General con la Función Principal en los primeros que presidió como Hermano Mayor, es decir los de 1962, y con la clara intención de engrandecerlos aún más, regaló al año siguiente las colgaduras de damasco que cubren los pilares del templo de San Lorenzo los días solemnes, consiguiendo además que su amigo el cardenal y arzobispo de Sevilla José María Bueno Monreal siguiera celebrando anualmente la Fiesta Principal soleana. Este segundo año de mandato tuvo la iniciativa de crear el Sobre de la Caridad, quizás su principal logro ya que incluso fue emulado por otras cofradías, sufragando su insignia de plata de ley en 1967. Además de la recaudación del nuevo besamanos de la Virgen el Viernes de Dolores, la donación personal de la Caridad, que los nazarenos, hermanos y devotos depositaron en los sobres, procesionó en el paso desde el Sábado Santo de 1963, y tras de la entrada se evaluó lo recolectado tras el ágape que Pepe Rueda ofrecía en su domicilio. Este agasajo no era nuevo, ya que su madre doña Pilar Carrión Villalba fue quien comenzó esa tradición de invitar a su casa de la calle Cantabria a muchos soleanos tras la entrada de la Cofradía en la noche del Viernes Santo.

En febrero de 1965 vivió la Hermandad la salida extraordinaria por las Misiones, y en mayo Pepe Rueda y su esposa Ana Macías apadrinaron en nombre de esta Cofradía la bendición de la campana «Soledad» que fue donada para el nuevo templo del Señor del Gran Poder. Con el cambio de década se vivieron momentos importantes, pues además de las desapariciones de los fundamentales soleanos Joaquín Romero Murube y Antonio Petit García, se adquirió la Casa-Hermandad de la calle Cantabria, se editó el boletín «Soledad» y sobre todo se inició el proceso de fusión con la Sacramental y la redacción de unos nuevos estatutos. En 1973 don José realizó su donación quizás más significativa de tantas que ofreció a esta Cofradía, pues sufragó la Cruz de guía en caoba y plata. Por su dádiva permanente, por su entrega y dedicación diaria desde su juventud, se decidió en cabildo general, otorgarle la segunda medalla de oro de la Hermandad de la Soledad, que le fue impuesta por el cardenal Bueno Monreal en la Función Principal de Instituto celebrada el día 16 de febrero de 1975, descubriéndose un azulejo en la sala capitular para su reconocimiento en 1978. En estos últimos años de su gobierno cabe destacar la creación de la cuadrilla de hermanos costaleros y la ilusión por la diadema de oro para la Virgen.

Tras culminarse el proceso de fusión en 1977, con la aprobación de nuevas reglas, cedió paso a otra generación de soleanos encabezados por Ramón Pineda. En los últimos años de su vida sufrió una dura enfermedad, aunque no por ello dejó de tener su pensamiento día a día en su Hermandad. Falleció el 9 de septiembre de 1983, celebrándose solemne funeral en San Lorenzo antes de pasar por la Capilla, para estar por última vez ante María Santísima en su Soledad. 

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17JoseFaguasDiesteJosé Faguás Dieste ingresó como soleano en 1931 pasando por la Junta de Gobierno en los cargos de diputado, prioste, consiliario hasta sustituir en la cúpula a Pedro Izquierdo Dumoulín, ejerciendo de hermano mayor desde 1950 a 1954. En su condición de militar había estado destinado en Guinea, por entonces colonia española, por lo que él fue quien gestionó y pagó el suministro de la caoba necesaria para la ejecución del paso, cuyo estreno el Viernes Santo de 1951 fue el acontecimiento más notable que disfrutó bajo su mandato.

Fue trasladado a Sevilla como coronel de intendencia y al asumir el cargo de hermano mayor tuvo la valentía de incluir en su Mesa a algunos menores de edad ya que por entonces la mayoría de edad se alcanzaba a los 21 años, entre los que estaban Ramón Pineda, Antonio Gallego y Francisco Hidalgo, miembros de una juventud a la que llamó la «Legión de la Soledad». Con José Faguás se recuperaron los almuerzos en el día de la Función Principal que se comenzaron a celebrar en el Hotel Colón, ya que el propietario era su yerno Pedro Torres. Tras cuatro años de hermano mayor dio paso a Antonio Petit García.

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16PedroIzquierdoDumolinPedro Izquierdo Dumoulín ingresó en la Hermandad de la Soledad en 1900 apareciendo ya el año siguiente como diputado, es decir en época de crisis y antes que Antonio Petit se hiciera con las riendas de la Cofradía. Tras el impulso de la segunda década evolucionó al puesto de fiscal y luego como soleano más veterano al de teniente de hermano mayor desde 1932 a 1946. En este momento le tocó protagonizar el cambio que esperaba la Corporación, pues al modificarse las reglas, fue nombrado como primer hermano hayor seglar, ya que desde 1899 lo era el párroco de San Lorenzo (Juan Bautista Sánchez López y desde 1912 Juan Barquero), por lo que por fin la Soledad adquirió una autonomía mayor.

Además de vecino del Barrio de San Lorenzo (vivía en Santa Ana 26) integró a su familia y sus ramas (los Izquierdo, los Orejón y los Muro), resultando curioso que en la época de la posguerra fueron camareras de la Virgen las tres Matildes: Matilde Orejón, Matilde Izquierdo y Matilde Muro, es decir su mujer, su hija y su sobrina. De su mandato sin duda cabe destacar la formación de la comisión para la ejecución de un nuevo paso, constando también entre los primeros donantes, de esta obra cuyo primer gubiazo fue dado el 5 de noviembre de 1949. En 1950 tuvo que dimitir por motivos de salud, dejando paso a José Faguás.

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15JoaquinRomeroMurubeJoaquín Romero Murube nació el 18 de julio de 1904 en Los Palacios y Villafranca, lugar que inmortalizó en su obra «Pueblo lejano», y pronto llegó a Sevilla instalándose con su familia primero en la calle Martínez Montañés y luego en el número 17 (hoy 21) de la calle Capuchinas, actual Cardenal Spínola. Esto explica su temprana vinculación con la Hermandad del Barrio de San Lorenzo: La Soledad.

En concreto consta el 16 de marzo de 1917 como fecha de ingreso, cuando ya apuntaba el genio de su creatividad literaria que le llevaría a publicar en 1923 «La tristeza del Conde Laurel», dos años después «Hermanita Amapola» y «Sombra apasionada» en 1929, cuando ya había conocido al elenco de jóvenes escritores que marcarían una época y se había fundado la Revista Mediodía, de la que fue Redactor Jefe. Fue uno de los protagonistas del «Homenaje a Góngora» celebrado en el Ateneo de Sevilla en el emblemático 1927, y posteriormente, en 1934, publicó el ensayo «José María Izquierdo y Sevilla», a la vez que fue nombrado conservador del Alcázar. Ese año también escribió una de sus piezas claves: «Dios en la Ciudad» que sería incluida cuatro años después en el libro «Sevilla en los labios», cuyos beneficios cedió a su Hermandad de la Soledad. Estos años fundamentales de su vida coincidieron con el inicio de la Guerra Civil y con su matrimonio con Soledad Murube Cardona: «compañera de todas mis horas: las de alegrías, las de esperanzas, las de dolor». Su identificación con esta Ciudad de Sevilla era ya entonces plena, siendo rey mago de su Cabalgata en 1937 y pregonero de su Semana Santa en 1944, exaltación cuyos derechos de edición también donó a la Cofradía soleana. Otras obras a destacar son «Discurso de la mentira» (1943), «Memoriales y divagaciones» (1951) y «Los cielos que perdimos» (1964).

La integración en la Hermandad de la Soledad fue completa y ya entró en su Junta de Gobierno en 1922 como diputado. En 1945 fue elegido, siendo uno de los promotores del nuevo paso, constando como miembro de la comisión nombrada para su ejecución y en la lista de primeros donantes, además de gestionar ayudas económicas en Madrid. Posteriormente fue también uno de los protagonistas en la organización de los fastos del IV Centerario: nuevas gestiones en la capital, organización de exposiciones, intervención en actos literarios, letra de las coplas del aniversario soleano con música de Telmo Vela... Toda esta labor le fue reconocida al imponérsele el 19 de febrero de 1961 la primera medalla de oro de la Hermandad de la Soledad. No acabaría aquí la relación con su Cofradía pues también fue protagonista en la salida extraordinaria de la Virgen con motivo de las Misiones en 1965, publicando el artículo «A los vecinos de San Jerónimo» de gran belleza narrativa. Por último, en agosto de 1969, la Imagen de N.ª S.ª de la Soledad encontró refugio gracias a sus rápidas gestiones en las Capuchinas, ante el precipitado cierre de San Lorenzo.

Por otra parte, su Hermandad le ha rendido diversos homenajes, siendo de resaltar la reedición en 1991 de «Sevilla en los labios», y sobre todo la publicación de las «Obras escogidas» con motivo del XXV aniversario de su muerte, que fueron presentadas el 23 de marzo de 1995 en el Cuarto del Almirante del Alcázar de Sevilla. Esta aportación cultural de una Cofradía sevillana, sufragada por la misma, consistió en la nueva tirada de dos obras y la presentación de un nuevo libro: se reeditó el «Discurso de la mentira» con prólogo de Joaquín Caro Romero, y también «Los cielos que perdimos» con preámbulo de Francisco López Estrada, y se publicó «Artículos (1923-1968)» nuevo libro, con una antología de la creación periodista del escritor soleano, que recopiló Álvaro Pastor Torres y prologó Antonio Burgos Belinchón. Posteriormente la Soledad organizó en 2004 varios actos con motivo del centenario de su nacimiento, destacando entre ellos la colocación una lápida conmemorativa en la fachada de la casa de la calle Cardenal Spínola 21, donde residió: «”Y QUE SEVILLA SEA SIEMPRE EL ÁMBITO INIGUALABLE DONDE VIVEN REUNIDOS LOS ÁNGELES, LAS MUSAS Y LOS DUENDES; RECTORES DULCES Y ABISMOS CLAROS DE LA ETERNA ANDALUCÍA” (MEMORIALES Y DIVAGACIONES). LA HERMANDAD DE LA SOLEDAD A JOAQUÍN ROMERO MURUBE, QUE VIVIÓ EN ESTA CASA, EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO (1904-2004)»

La altura moral e intelectual de Joaquín Romero Murube es fundamental para entender la Historia de Sevilla y de la Soledad en el pasado siglo. El poeta murió, con el número dos de la nómina soleana, el 15 de noviembre de 1969 y a las tres y media de la tarde sus hermanos reunidos en el apeadero del Alcázar, en cabildo extraordinario de oficiales, decidieron preparar la última visita de Joaquín Romero Murube a su Virgen de la Soledad.

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14AntonioPetitGarciaAntonio Petit García nació en la ciudad de Barcelona el 10 de julio de 1891, de padre catalán y madre nacida en Alcalá del Río, motivo por el cual tendría también vinculación con la hermandad de la Vera Cruz de esa localidad de la Vega del Guadalquivir. Aún sin cumplir la cuarentena la familia se trasladó a Sevilla, en concreto a la calle Hombre de Piedra 3 (y luego al 19), no desviando ya su residencia del Barrio de San Lorenzo, pues en 1932 se trasladó al número 32 de dicha calle y en 1939 a la de Jesús del Gran Poder 67 (hoy 55), esquina con la calle Panecitos (actual Manuel Font de Anta). En su proyecto de Hermandad implicó a muchos vecinos del Barrio de San Lorenzo ampliando claramente la nómina, pero especialmente a los miembros de su familia y sus ramas (los Caro, los Gancedo...) que pronto ingresaron en la Soledad y trabajaron por Ella. De su matrimonio con Rosario Gómez Salazar nacieron dos hijos: Rosario y Antonio Petit Gómez.

Antonio Petit García desempeñó varias facetas profesionales, ninguna de las cuales le permitió hacer fortuna, por lo que es de resaltar como debió utilizar la imaginación, así como acercarse a personajes influyentes de su época para lograr la estabilidad primero y luego la posterior progresión de la Hermandad de la Soledad. Tenemos constancia que trabajó como representante de la firma Agua de Mondariz, que promocionó especialmente en la Exposición Iberoamericana de 1929. Pasando el tiempo, entró en el gobierno municipal, ejerciendo de concejal de Beneficencia, desatacando en el cuidado de los niños desatendidos residentes en el Hogar de San Fernando de la calle Don Fadrique, para los que consiguió notables mejoras, además de ser uno de los artífices del desvío por ese lugar de la ruta de la línea número 13 del tranvía que llevaba al cementerio. En los años Cincuenta fue secretario de la Junta del Corcho, una asociación gremial que integraba a los industriales y trabajadores corcheros.

Es necesario recaer en su importante intervención en la Federación de Cofradías de Sevilla, germen del actual Consejo General de Hermandades. El origen de esta asociación cofrade tuvo inicio en 1931 tras el establecimiento de la Segunda República, los cambios constitucionales, políticos y sociales, así como el enfrentamiento de ideologías que desembocaron en la suspensión de los desfiles procesionales, que en esta Hermandad de la Soledad correspondieron a los años 1932, 1933 y 1934. Esta Federación de Hermandades se trasformó tras la Guerra Civil en la Comisión de Cofradías, donde Antonio Petit García fue Secretario, y como tal actuó de presentador del pregonero de la Semana Santa de 1946.

Aunque Antonio Petit García entró en la Junta de Gobierno como prioste en 1909, su influencia se sintió los años posteriores cuando la Cofradía se hallaba con vida muy inestable y buscaba integrase de manera definitiva en el Barrio de San Lorenzo, cuestión que se logró principalmente por su actuación. Justamente en la víspera del día de la Virgen de los Reyes de 1918 tomó las riendas de la Hermandad de la Soledad con sólo veintiséis años, y en ese cabildo de elecciones, antes de aceptar su cargo como mayordomo soleano presentó un proyecto para la renovación del paso, su financiación y la solicitud para que el mandato de esa Mesa elegida durara tres años, en vez de uno como indicaban las reglas, para de esta manera poder sanear las cuentas de la Hermandad.

A partir de este momento Antonio Petit García ocupó la representación efectiva y real de la Soledad fuera de la misma, a cuantas reuniones era convocada, pues el párroco y hermano mayor Juan Barquero sólo presidía los cabildos y delegaba en él. Su personalidad arrolladora apuntó ya desde su juventud, y aún siendo la persona más respetada de la Cofradía de la Soledad durante décadas, en su vejez don Antonio continuaba dirigiendo el montaje de los altares de cultos, fundiendo la cera, limpiando el retablo o cogiendo una escoba.

La clave de la enorme figura de Antonio Petit García estuvo en su anteposición del concepto de «La Hermandad» por encima de todo, incluso cuando los tiempos no le fueron favorables y las penurias económicas de esta Cofradía llegaron a un punto crítico para su continuidad en las tres primeras décadas del pasado siglo. Su trabajo diario, su ingenio, y su relación con personajes importantes de la Sevilla de su época lograron llenar un tiempo en el cual, con la dignidad suficiente, la Soledad recuperó el sitio perdido entre las cofradías sevillanas, mientras llegaba el cambio generacional y la otra figura fundamental del siglo XX soleano: su vecino Pepe Rueda. Tras más de medio siglo en la Junta de Gobierno ejerciendo el liderazgo de esta Cofradía de la Soledad, y haber sido su hermano mayor entre 1954 y 1961 en aquella extraordinaria época del IV Centenario, fue nombrado hermano mayor con el carácter de honorario el 8 de abril de 1966, unos años antes de su muerte sucedida el 22 de noviembre de 1970. Al día siguiente su cuerpo estuvo por última vez en la Capilla a los pies de N.ª S.ª de la Soledad.

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